La vida no es un juego, pero cada vez siento que te la tomas de una manera menos formal, como algo de niños,sin importancia ni sentimientos ni personas ligadas a otras. La manera en que te enfrentas a los problemas, el modo que tienes para dirigirte a mi cuando te molesta algo, tu violencia verbal, tus pensamientos de odio y rencor y tu indiferencia hacia mi, me hace pensar en que quizás no somos el uno para el otro como pensábamos, o quizás yo sola me regodeaba con ese pensamiento día a día y tu pensabas en que era otra conquista más, que con unas pocas palabras te podías deshacer de la mujer que cayó a tus pies sin pensarlo dos veces.
No es necesario pedir un poco más de cariño, sólo tiene que llegar, pero no puedo seguir dándote sin recibir, no puedo agotarme.
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