martes, 8 de enero de 2013

Alfabeto

Quería gritar, llorar, arrancarse la piel de a grandes pedazos, sacarse los ojos de las cuencas y volver a empezar, con cada vez más dolor y potencia.
No sabía realmente lo que pasaba por su cabeza esta vez, o quizás si, un poco, un poco de dolor, un poco de amor, ¿o esas cosas se le atribuyen solo al corazón? Bueno, la cosa era que había estado enamorada, una vez, había estado en complicaciones entre dos corazones distintos, dos veces, pero nunca había experimentado el suplicio de: mente, cuerpo y corazón en tres.

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